Últimamente mis fines de semana son algo atípicos; o salgo tanto que el lunes por la mañana estoy destrozado o bien lo desperdicio en casa viendo pelis y durmiendo horas y horas. Este último por lo menos ha sido algo más equilibrado; el viernes no hice nada de nada pero el sábado me divertí mucho y el domingo fue emocionante por la final del mundial de F1.

Creo que este es el primer post en el que menciono la F1, pero la verdad es que este último año la he seguido con especial atención, sobre todo las últimas carreras (las que se emitían en un horario razonable, eso sí). Ha estado curioso ver la progresión de Renault y los intentos de Hamilton, Kimi y Massa por ver quien podía ser el peor campeón del mundial y la cosa ha estado muy igualada ;) Al menos ha estado emocionante hasta la última curva. Lo cual no es poco.

Y respecto al sábado, fue una noche un poco extraña. Para empezar, a N. se le olvidó sacar dinero como siempre y tuvimos que acompañarla hasta un cajero C. y yo, porque se negaba con indignación a pagar 2.17 € de comisión en un cajero que no fuera 4B. ¿Qué clase de persona de menos de 50 años tiene la cuenta en banco popular? No lo entiendo. Al final acabamos en un bingo de la Gran Vía, así como a 1 km de dónde íbamos a ir a cenar ...

Luego la parte en las cuevas de sésamo estuvo bien, nos reimos mucho cuando U. se quejó de que había visto un "excremento de ratón o salamanquesa" en su vaso. Incomprensiblemente era algo que sabía distinguir a la perfección, porque en su pueblo había visto infinidad de veces como las salamanquesas cagan, y el resultado era inconfundible. No comment.

Y poco más, salvo el tema de las colombianas de Cali en la discoteca, aunque ese tema da para un post por sí solo. Una pena que aún no esté aquí K., sino seguro que acabamos como la última vez, haciendo un baile haka maorí en plena calle Huertas con unas guiris y bebiendo "water of Valensia" con nuestra amiga la china ;)